Un vistazo a la cocina de la Ciudad de México
Llevo tres décadas viviendo en la Ciudad de México y a veces no puedo evitar sentirme como alguien que la conoce por primera vez. Es complicado recorrerla toda y cambia tan rápidamente que existen lugares en los que, cuando regresas unos meses después, sientes como si nunca hubieras estado ahí. Lo mismo pasa con su oferta gastronómica, puestos y restaurantes que abren, se remodelan o cambian su menú con frecuencia.
Si sólo visitarás la ciudad unos cuantos días ven preparado con una idea de lo que puedes encontrar y comer aquí:
Lo primero que hay que hacer es visitar alguno de sus mercados no sólo para ver su colorido sino para probar. Dependiendo de la zona de la ciudad en la que te encuentres y el tiempo que tengas, puedes visitar el mercado de Coyoacán, el mercado de Medellín en la colonia Roma o el de Portales. Ya sean tostadas, gorditas, sopes, quesadillas – toma en cuenta que en el DF una quesadilla no necesariamente lleva queso, por absurdo que parezca -, tamales o mariscos, casi siempre la mejor forma de elegir dónde comer es buscando el puesto más concurrido o dejarse guiar por los aromas.
Si buscas un mercado que ofrezca los productos más selectos, se me ocurren dos opciones enteramente distintas, pero ambas con muy buena oferta: la primera es el mercado de San Juan en la calle Ernesto Pugibet, en el centro histórico y la otra el Mercado Roma en la colonia del mismo nombre. Son caros, pero se encuentran productos que difícilmente se verán en otro lugar. Si visitas San Juan, aprovecha para comer unas tapas en La Jersey, y si vas al segundo, no dejes de probar las tortas de La Barraca Valenciana ni el pozole y tostadas de chicharrón prensado de José Guadalupe: Platos de Cuchara.
Por supuesto no pueden faltar unos tacos de pastor, suadero, lengua o bistec. Opciones sobran y cada quien tendrá sus favoritos, ya sea en pequeños puestos de lámina o en grandes restaurantes perfectamente limpios. Para mí son imperdibles Los Parados, pero recomiendo no visitar cualquier sucursal sino la que está en la esquina de Av. Baja California y Monterrey, en la colonia Roma, donde cocinan todo al carbón y donde tienen un delicioso pastor de arrachera, además del tradicional.
En el centro histórico no debes perderte el pastor de El Huequito, de preferencia en su sucursal original en la calle de Ayuntamiento. Y si te gusta la lengua y estás por el sur de la ciudad, no dudes en darte una vuelta a Los Gitanos, una taquería poco conocida en la calle de Frontera, en San Ángel.
Para probar la cocina más tradicional del centro del país, nada mejor que dedicar una tarde para visitar Azcapotzalco y conocer dos restaurantes: Nicos y El Bajío, —éste último en su ubicación original, pues ya tienen varias sucursales—. Aquí cocinan Gerardo Vázquez Lugo y Carmen ‘Titita’ Ramírez, respectivamente, dos de los mejores cocineros e investigadores del país.
En cambio, para conocer propuestas innovadoras, mis principales sugerencias son Pujol y Quintonil en Polanco, Máximo Bistrot o Rosetta en la colonia Roma, Limosneros en el Centro Histórico y, al sur de la ciudad, Sud777 y Eloise.
Ésta lista es tan pequeña que no pretende abarcar toda la gastronomía de la ciudad, sino sólo algunos de mis favoritos. Es como intentar descifrar el contenido de un libro entero leyendo sólo el resumen de su cubierta. Aventúrate a probar lo más posible, siempre teniendo a la mano un mezcal – o una sal de uvas – para facilitar la digestión.